“Astrud y los Brossa, el acierto de una unión”. Un lunes de verano en plena canícula, poco puede uno imaginarse que va a ser testigo de una de las colaboraciones más serias y fructíferas que se han dado nunca entre dos formaciones de estilos aparentemente dispares pero inquietudes paralelas. La extravagancia, irreverencia y hondo sentido del humor de Astrud han encontrado su contrapunto en un quinteto joven, de una nueva generación de músicos de formación clásica que convierten su conocimiento en libertad y no en encorsetamiento. Se atreven a todo y son capaces de todo, con la misma curiosidad del que nunca se cansa de aprendrer y de experimentar. Junto a Astrud, su seriedad se convierte en torbellino de ideas, de diversión.